La semana pasada probé el Mercedes Benz 280 SL con techo retráctil, conocido como Pagoda.
El término pagoda viene de la semejanza del techo de los SL descapotables con los templos asiáticos que llevan el mismo nombre
La historia de Mercedes Benz con los SL Sport Leicht (Deportivo ligero) comienza en 1954 con el famoso 300 SL gullwing, los Pagoda no aparecerán hasta 1963, y este ejemplar es de 1971.
Merece tomarse tiempo para apreciarlo. Posee unas líneas clásicas y finas. Las luces frontales verticales dan cuenta de su antigüedad.
El motor es de 2.3 litros, con 6 cilindros en línea. Es manual con cuatro velocidades, y cuenta solo con radio AM.
Vamos a la experiencia de manejo.
Conducir un auto clásico con estas características te teletransporta al pasado, poniéndote en los pies de un hombre adinerado. Sin prisa por llegar a ningún lado, pudiendo disfrutar de la conducción y del paisaje.
Bastó una corta vuelta por la rambla para ver como transeúntes y conductores se distraían de lo que estaban haciendo para apreciar el auto. Padres enseñando a los hijos, señores mayores lo veían con nostalgia y jóvenes con pasión.
Los autos clásicos no son para todos los días y probablemente te de algún que otro dolor de cabeza, pero el disfrute es único y diferente al que te dan los autos modernos de hoy en día.
Terminamos los comentarios como siempre, agradeciendo al dueño por coparse con la idea de la reseña, y felicitándolo por el auto.
