Jaguar es sinónimo de elegancia británica, refinamiento y deportividad. Desde su fundación en 1922, la marca ha combinado diseño atemporal con un desempeño dinámico, consolidándose como un referente en el segmento de autos de lujo y deportivos. Modelos icónicos como el E-Type marcaron hitos en la historia automotriz, y el F-Type es su heredero moderno, una reinterpretación que mantiene el espíritu clásico pero con tecnología y prestaciones de vanguardia.

El Jaguar F-Type S Cabriolet 2016 se posiciona como un roadster premium con un diseño espectacular y un desempeño que compite directamente con modelos como el Porsche 911 Carrera Cabriolet, el BMW Z4 M40i y el Mercedes-AMG SLC 43. Es un auto que no solo busca emocionar al conductor con su motor y chasis bien afinado, sino también brindar una experiencia de lujo con detalles de primer nivel y una estética que roba miradas en cualquier calle.
El F-Type S Cabriolet es una obra de arte sobre ruedas. Sus proporciones alargadas, su capó interminable y la caída del techo hacia una trasera musculosa lo convierten en uno de los descapotables más atractivos de su segmento. El frontal está dominado por una parrilla agresiva enmarcada por ópticas afiladas con tecnología Bi-Xenón y luces diurnas LED en forma de “J”, un guiño a la firma luminosa de Jaguar.
De perfil, las líneas fluidas refuerzan su silueta deportiva, con llantas de 19 pulgadas y manijas retráctiles que se esconden en la carrocería para mejorar la aerodinámica. La trasera es una de las más bellas del segmento, con un difusor bien trabajado y un alerón retráctil que se despliega automáticamente a 100 km/h para mejorar la estabilidad.

El interior del F-Type S combina materiales premium con una disposición orientada al conductor. Todo se siente enfocado en la experiencia de manejo, desde el volante achatado hasta la consola central elevada con perillas de aluminio y una pantalla táctil de 8 pulgadas. Los asientos, tapizados en cuero Windsor, ofrecen soporte lateral excelente y cuentan con calefacción y ventilación.
El sistema de sonido Meridian de 770W con 12 parlantes ofrece una acústica de primer nivel, ideal para disfrutar de música incluso con la capota abierta. La insonorización es sobresaliente gracias a la capota de lona multicapa, que se abre o cierra en solo 12 segundos, incluso en movimiento hasta 50 km/h.

Bajo el capó, el F-Type S Cabriolet monta un V6 3.0 litros supercargado que desarrolla 380 hp y 460 Nm de torque, acoplado a una transmisión automática de 8 velocidades Quickshift. Es una de las mejores cajas secuenciales del mundo, con cambios ultrarrápidos y una respuesta del motor exquisita. El 0 a 100 km/h lo hace en 4.9 segundos y su velocidad máxima es de 275 km/h.
En cuanto a consumo, su eficiencia no es su fuerte. En uso mixto ronda los 9 km/L, aunque en ciudad puede bajar a 6 km/L si se lo exprime. Pero, siendo sinceros, si estás manejando un F-Type S, el consumo pasa a segundo plano.
Jaguar no escatima en seguridad. Cuenta con frenos de alto rendimiento con discos ventilados, control de tracción y estabilidad, múltiples airbags y asistencias como el Torque Vectoring by Braking, que mejora el paso por curva al frenar la rueda interior. En cuanto a tecnología, el sistema InControl Touch permite controlar funciones del auto desde una app, incluyendo el encendido remoto. También equipa faros adaptativos, acceso sin llave y control de velocidad crucero con limitador.

Manejar el Jaguar F-Type S Cabriolet 2016 es una experiencia difícil de describir con palabras. El sonido del V6 Supercharged es una sinfonía pura, con un rugido metálico que explota en cada cambio de marcha. La transmisión Quickshift es una joya: los cambios entran con una precisión quirúrgica y el auto responde con una inmediatez brutal.
El chasis, con una distribución de peso casi perfecta (54:46), junto con una suspensión firme pero no incómoda, hace que cada curva se sienta adictiva. Es un auto que transmite confianza, con una dirección precisa y un tacto de frenos impecable. Con la capota abajo, la experiencia se potencia: el viento en el rostro y el sonido del escape crackleando en reducciones convierten cada viaje en una celebración de la conducción pura.
A pesar de ser un deportivo excepcional, el F-Type S no está exento de críticas. La pantalla táctil del sistema InControl Touch es lenta y poco intuitiva, algo que se siente aún más en un auto de este nivel. También, la visibilidad trasera con la capota puesta es limitada, lo que hace que depender de la cámara de reversa sea obligatorio. Además, el baúl es extremadamente pequeño (solo 200 litros), lo que lo hace poco práctico para viajes largos.
Pero quizás el problema más grande para quienes consideren este modelo en Uruguay es la representación de la marca en el país. Jaguar tiene una de las peores redes de servicio posventa, con disponibilidad de repuestos muy limitada. Si necesitás cambiar una pieza, puede demorar entre 2 y 4 meses en llegar y, cuando están disponibles, su precio es hasta 4 o 5 veces superior al de otros mercados. Esto convierte el mantenimiento del F-Type en un verdadero dolor de cabeza para los propietarios locales.

Comparación con competidores
- Porsche 911 Carrera Cabriolet: Más preciso en curvas, pero menos emocional en sonido y diseño.
- BMW Z4 M40i: Más liviano y con un 6 cilindros en línea turbo más eficiente, pero sin el carácter brutal del V6 Supercharged.
- Mercedes-AMG SLC 43: Excelente calidad y un V6 bi-turbo con buena entrega de torque, pero menos llamativo que el Jaguar.
El Jaguar F-Type S Cabriolet 2016 es una obra maestra del diseño y la ingeniería británica. Un auto que combina lujo, deportividad y una de las experiencias de manejo más emocionantes de su segmento. No es el más eficiente ni el más tecnológico, pero es un roadster con alma, uno que te hace sonreír cada vez que lo manejas.
Agradecimientos al fotógrafo @CarsbyFran