En el mundo de los automóviles de lujo y alto rendimiento, pocos nombres evocan emociones tan intensas como Maserati. Tuve la oportunidad de probar un Maserati GranTurismo del año 2011. Este modelo se destaca como un icono atemporal, diseñado por Pininfarina, el cual combina la elegancia, el poder y el estilo que pocas marcas de automóviles han podido igualar. Posee un diseño cautivador y un desempeño asombroso. Manejar un Maserati GranTurismo es una experiencia emocionante que hace sonreír al corazón.
Desde el momento en el que uno ve el Maserati GranTurismo, es evidente que es una obra maestra en cuanto a su diseño. Desde la silueta elegante y aerodinámica, con líneas suaves que evocan una sensación de velocidad incluso cuando el auto se encuentra en reposo. La parrilla delantera distintiva y el tridente emblemático de Maserati en el centro focalizan la atención de todos los peatones, dejándoles claro éste no es un automóvil común. En los laterales posee detalles cromados y el símbolo de la marca sobre las ruedas traseras, esto le aporta la cantidad justa de agresividad y elegancia al vehículo. En la parte trasera, observamos los cuatro caños de escape y unas ruedas de 20 pulgadas.
El interior del Maserati GranTurismo es exquisito. En este caso una combinación de cuero color habano, con madera, aluminio y plástico crean un ambiente elegante. Las butacas eléctricas, con el tridente bordado en la cabecera, ofrecen un equilibro perfecto entre comodidad y agarre para una conducción deportiva. El volante posee un diseño ergonómico y está forrado en cuero. También cuenta con levas de aluminio en la parte posterior y lleva el símbolo de Maserati en el medio para recordarte el nivel del auto. Los asientos traseros, al contrario de muchos GranTurismos son cómodos y espaciosos.
El paso del tiempo, y el rápido avance de la tecnología, han hecho que el sistema de info-entretenimiento de este Maserati haya quedado muy desactualizado.
Entre los asientos observamos una pantalla chica, que no es táctil, y que no es intuitiva para su manejo. Debajo vemos un tablero con números para discar una llamada y más abajo aun, hay más de 15 botones dedicados al climatizador del auto. Tampoco cuenta con cámara de reversa, ni sensores de estacionamiento, lo cual no le vendrían mal, dado que es un auto de casi cinco metros de largo.
Bajo el capó late un corazón poderoso en forma de un motor V8 de 4.7 litros fabricado por Ferrari, que produce una sinfonía de sonidos rugientes y emocionantes a medida que acelera. Con 440 caballos de fuerza a su disposición, este automóvil puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos, ofreciendo una experiencia de conducción llena de adrenalina. La transmisión automática de seis velocidades se adapta al conductor. Si se busca comodidad y placer, la transmisión es suave, ahora cuando se activa el modo deportivo, la suspensión se endurece, el motor se revoluciona y los escapes se vuelven más ruidosos. Manejar con tracción trasera es un placer, el auto transmite una sensación de dominio de la carretera y da confianza en las curvas. La suspensión en cómoda, y permite usar el auto en el día a día.
En resumen, el Maserati GranTurismo es una expresión de arte sobre ruedas, una mezcla perfecta de diseño, desempeño y lujo. Cada arranque de motor, cada aceleración te conecta con tu niño interior y te llena de emoción. Si bien presenta criticas en cuanto a la tecnología, el espacio interior, la sensación de manejo y la capacidad para combinar confort y deportividad lo convierten en una opción atractiva para quienes buscan un automóvil GT que destaque en la carretera.
